miércoles, 28 de octubre de 2009

... Es extraño. Hace un par de días encontré a mi pasado en la playa, paseando solo y cabizbajo. Yo iba casi de la mano de mi presente, por la orilla, dejando que las olas rompiesen la encrucijada de aquel momento. Pensé en la arena, cómplice en gran parte de las historias de verano, en las huellas que quedan gravadas en su columna de recuerdos y que cada año, el viento se encarga de amontonarlas en las reservas naturales de la memoria, a veces, de hilo y aguja.
No sabría explicar muy bien la sensación que siento en determinados momentos, cuando la calma parece que nos acaricia demasiado fuerte, podría compararlo a una explosión exagerada de sentimientos demasiado profundos, un tanto encendidos; pero al mismo tiempo con interruptores cayéndose a pedazos. Es media mañana y el silencio a estas horas habla muy alto, hay días en los que podría dejarnos sordos, aunque seremos capaces de aguantarlo, como cuando rompe el mar en todas las orillas del mundo y los pies humanos siguen avanzando y dejando su historia, que al mismo tiempo el agua se encargará de borrar una y otra vez por la simpática inercia.
Tengo ganas de abrazar montones de cosas que para mí significan mucho y seguir queriéndote a tí en medio de todas ellas. No es fácil buscarle el por qué a todo lo que pasa a nuestro alrededor, pero, sin embargo, es difícil no hablar de ello, intentar olvidarse de la mitad de los problemas que vuelan sobre nuestras cabezas sin aterrizar en ningún sitio. "Olvídate y sigue avanzando", me río de la frase cuando alguien te la díce a la cara creyendo que gana algo con ello, lo normal en estos casos, sería escapar y olvidarse de todo, pero el pequeño o gran problema es que somos humanos, no estúpidos y la lucha, siempre ha formado parte de nosotros.
13:15 h. Toca parar de pensar durante un rato, el suficiente para dejar que miles de gotitas vayan acariciando mi cuerpo desde la cabeza a los pies, teniendo como no, la temperatura perfecta para dejar volar la imaginación, la mía y la de quien me quiera acompañar en esta encrucijada ...

miércoles, 15 de abril de 2009

... A QUIEN ME QUIERA ENTENDER ...

... Tempo. Mi espacio. Un período perdido tal vez encontrado, con pausas ligeras y silencios rotos. Me busqué cuando tuve un hueco en mi memoria y alguien un día, me llevó con sus palabras a una verdad única, la verdad de las medias mentiras. Un lugar vacío, lleno de miedo, un terreno inhóspito. Me perdí en él porque quise desaparecer, quise tragarme las ganas de llorar por los rincones, me inventé estados de ánimo, deshice montañas de ilusiones y todo por un camino, por unas pequeñas pero grandes luchas particulares, que en su día me hicieron mucho daño, pero que a la larga he agradecido y a día de hoy me sigo sintiendo premiada.
Ahora, en esta época escribana vivo con lo que sé, con lo que nadie me contó y aprendí. Todavía me doy cuenta del silencio de las personas cercanas, de la lealtad de su mirada, del por qué se aferraron a lo que querían sin miedo a perderlo todo, lo que tantos años de esperanza les había costado.
Uno vive por y para sus ilusiones, hay quien decide no moverse durante su vida, yo llevo tiempo reclamando una libertad de explicaciones, le he pedido un préstamo a la historia de mi pasado, he pegado fotos en el conocimiento del álbum de mi memoria y creo que ha llegado el momento, de que me siente a observar como transcurre mi vida a partir de hoy mismo. Pienso que puedo permitirme el lujo de tirarme al vacío de las locuras del tiempo, siento que sé quien soy por primera vez en mi vida y solo tengo miedo de cruzarme en mi camino, con la soledad de unos cuantos años confusos, con gente que me regale palabras que no quiero oir, con abrazos permanentes que difuminan el cariño que se dá sin apego. Sé que la línea que he elegido seguir, quedará gravada con mis huellas, demasiado marcadas, profundas donde más duele, en el punto céntrico de un asfalto inacabado. A veces me sobran los zapatos porque todavía me queda mucho por recorrer, se me cansan las ganas por saber de tí, por amoldar tu rostro al mio, por saber que has hecho, que haces y por qué lo has hecho. Me quiero olvidar de pensar por qué un día me abandonaste, nos abandonaste, porque somos dos, como las dos mitades del mundo, el tuyo, que quisiste romper para no entender la existencia de nada y tampoco sé si me quiero preguntar donde has estado, si nos has buscado, yo que sé. Te he perdido la pista desde que he nacido y me he quedado sola, en el retiro que se siente, que nace con uno; pero quiero que entiendas que es una soledad de interiores no permanente, que se pasará, que ya se ha pasado gran parte gracias al cariño y al amor verdadero de mi familia, que tanto a mi hermano como a mí nos quieren con locura, ese capricho fraternal que alguien inventó un día y lo moldeó a su parecer, poniéndolo al cargo de dos personas que se hacen llamar desde antaño "papá" y "mamá", en mi caso "Juan" y "Elisa". Mis padres, mis verdaderos padres.
Hoy, te los presento.

martes, 17 de marzo de 2009

... ¿ Cuántas opciones nos quedan para intentar ser felices? Cada mañana lavamos la imagen exterior y publicamos nuestros enfoques interiores hacia algún lugar del día. Solemos ser cautos, impregnando el tiempo que creemos que nos sobra, en perder la otra mitad en encontrarnos. Son norias constantes de aprendizaje, que valoran todo lo que llega a tener significado para nuestra memoria.
Todos sabemos que el mundo, ha perdido un poco la cabeza. Ahora la pregunta la planteo a mi parecer:¿ Hasta donde es obligatorio avanzar, que es lo más conveniente para cada persona? Y me sigo preguntando, mientras las respuestas se van quedando por el camino. Esta vía de escape, ha servido de vez en cuando, para liberar esos miedos que nos acechan en cualquier época, en momentos en los que ni siquiera nosotros decidimos que es lo que más nos hace falta, que parte del cuento no hemos entendido y tal vez así podamos pensar libremente, en que instante queremos saltar al vacío de esas pequeñas cuestiones que nos van labrando sigilosamente.
Casi nunca se encuentra una tabla numérica, que se amolde a nuestras resabidillas neuronas, con un par de prejuicios a las espaldas de las circunstancias, que tal vez a la larga se hagan frías y poco comunes. El silencio siempre ha estado ahí, verdad? y cuántas caricias le ha regalado a las ganas, a las que escondimos un millón de veces, en otros tantos millones de huecos que quedaban libres de repente, sin saber por qué, hemos abandonado todo lo que podía tener significado, lo que hacía que nuestros pies bailansen solos, los sonidos que sin querer enmudecían aquellas carcajadas, que siempre hemos querido recordar. Y ahora aquí estamos, solos, libres quizás por despechos insólitos, por arenas que se han tragado nuestra cordura, por mentiras piadosas que jamás han dejado de ser verdades y pocas veces he querido entender las medias mentiras.
Pedir perdón sería lo justo, pero no tenemos nada que ocultar, la única verdad, es que ya no volveremos a ver esas tristezas enjauladas, esos sacos de inmensidades aplastantes, que han ido llenando las ocasiones de volver a buscarnos sin poder encontrarnos.
Esta tarde, a estas horas, me siento vacía. La mitad de mi corazón está feliz y la otra mitad, ha cerrado sus ojos ...

miércoles, 4 de marzo de 2009

... TAN LEJOS, PERO TAN CERCA ...

... Lo cierto es que allí estaba, descolgándome poco a poco de mis propias cadenas, de mi invencible espíritu soñador, jugando con mi paciencia de hojalata casi oxidada, anunciando tumultuosos planes al acecho de cualquier momento inesperado.
Incuestionable, es que el mundo parecía de papel y yo, un poco de tinta caida de una pluma asfixiada por tanta escritura.
De aquellos días de un mes de abril de hace diez lentos años, los recuerdos son de cuerdas de guitarra, entre olores de cigarrillos encendidos y formas de despertar guardadas en un par de corazones. Habíamos tirado monedas a un aire ilusorio, de cuentos exigidos por los guiones de nuestras vidas, que tanto se empeñaban en aclararse y el agua chapoteó casi sin permiso, en el instante que decidimos empezar nuestra historia.
El tiempo ha pasado y ha querido guardar nuestros encantos en azulejos acristalados, ha habido de todo, incluso gente que ha mentido hasta con lupa; pero lo bueno, es que nuestras voces se han hecho todavía más íntimas y propias. Hemos sido derrotados en días grises y etiquetados con nuestros adecuados defectos y virtudes, nos hemos querido y amado tantas otras veces, en el silencio de noches inolvidables, que podría esconder eternamente mis sentimientos hacia tí y volverlos a encontrar.
Ahora sigo aquí y tu, casi conmigo. Pronto volveremos a recordar esos latidos que tanto nos emocionan. Demasiado sería mucho y para lo poco no hay espacio entre nosotros, solo te digo lo que quieres oir y de mis lábios, solo saldrá lo que quiero, porque así ha sido desde el principio, porque así lo hemos dejado escrito una vez, hace ya unos cuantos años ...