martes, 17 de marzo de 2009

... ¿ Cuántas opciones nos quedan para intentar ser felices? Cada mañana lavamos la imagen exterior y publicamos nuestros enfoques interiores hacia algún lugar del día. Solemos ser cautos, impregnando el tiempo que creemos que nos sobra, en perder la otra mitad en encontrarnos. Son norias constantes de aprendizaje, que valoran todo lo que llega a tener significado para nuestra memoria.
Todos sabemos que el mundo, ha perdido un poco la cabeza. Ahora la pregunta la planteo a mi parecer:¿ Hasta donde es obligatorio avanzar, que es lo más conveniente para cada persona? Y me sigo preguntando, mientras las respuestas se van quedando por el camino. Esta vía de escape, ha servido de vez en cuando, para liberar esos miedos que nos acechan en cualquier época, en momentos en los que ni siquiera nosotros decidimos que es lo que más nos hace falta, que parte del cuento no hemos entendido y tal vez así podamos pensar libremente, en que instante queremos saltar al vacío de esas pequeñas cuestiones que nos van labrando sigilosamente.
Casi nunca se encuentra una tabla numérica, que se amolde a nuestras resabidillas neuronas, con un par de prejuicios a las espaldas de las circunstancias, que tal vez a la larga se hagan frías y poco comunes. El silencio siempre ha estado ahí, verdad? y cuántas caricias le ha regalado a las ganas, a las que escondimos un millón de veces, en otros tantos millones de huecos que quedaban libres de repente, sin saber por qué, hemos abandonado todo lo que podía tener significado, lo que hacía que nuestros pies bailansen solos, los sonidos que sin querer enmudecían aquellas carcajadas, que siempre hemos querido recordar. Y ahora aquí estamos, solos, libres quizás por despechos insólitos, por arenas que se han tragado nuestra cordura, por mentiras piadosas que jamás han dejado de ser verdades y pocas veces he querido entender las medias mentiras.
Pedir perdón sería lo justo, pero no tenemos nada que ocultar, la única verdad, es que ya no volveremos a ver esas tristezas enjauladas, esos sacos de inmensidades aplastantes, que han ido llenando las ocasiones de volver a buscarnos sin poder encontrarnos.
Esta tarde, a estas horas, me siento vacía. La mitad de mi corazón está feliz y la otra mitad, ha cerrado sus ojos ...

miércoles, 4 de marzo de 2009

... TAN LEJOS, PERO TAN CERCA ...

... Lo cierto es que allí estaba, descolgándome poco a poco de mis propias cadenas, de mi invencible espíritu soñador, jugando con mi paciencia de hojalata casi oxidada, anunciando tumultuosos planes al acecho de cualquier momento inesperado.
Incuestionable, es que el mundo parecía de papel y yo, un poco de tinta caida de una pluma asfixiada por tanta escritura.
De aquellos días de un mes de abril de hace diez lentos años, los recuerdos son de cuerdas de guitarra, entre olores de cigarrillos encendidos y formas de despertar guardadas en un par de corazones. Habíamos tirado monedas a un aire ilusorio, de cuentos exigidos por los guiones de nuestras vidas, que tanto se empeñaban en aclararse y el agua chapoteó casi sin permiso, en el instante que decidimos empezar nuestra historia.
El tiempo ha pasado y ha querido guardar nuestros encantos en azulejos acristalados, ha habido de todo, incluso gente que ha mentido hasta con lupa; pero lo bueno, es que nuestras voces se han hecho todavía más íntimas y propias. Hemos sido derrotados en días grises y etiquetados con nuestros adecuados defectos y virtudes, nos hemos querido y amado tantas otras veces, en el silencio de noches inolvidables, que podría esconder eternamente mis sentimientos hacia tí y volverlos a encontrar.
Ahora sigo aquí y tu, casi conmigo. Pronto volveremos a recordar esos latidos que tanto nos emocionan. Demasiado sería mucho y para lo poco no hay espacio entre nosotros, solo te digo lo que quieres oir y de mis lábios, solo saldrá lo que quiero, porque así ha sido desde el principio, porque así lo hemos dejado escrito una vez, hace ya unos cuantos años ...